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Como ya hemos hablado en otras oportunidades, se conoce como Supply Chain al proceso que abarca desde que un cliente realiza el pedido de un determinado producto hasta que lo recibe. También es conocido como ‘‘cadena de suministro’’ por la correlación de etapas que comprenden todo el proceso:

  1. Aprovisionamiento: en esta fase la empresa consigue y suministra las materias primas para la fabricación de productos.
  2. Producción: las materias primas son transformadas hasta la obtención del producto final.
  3. Distribución: abarca las actividades que posibilitan la llegada de los productos a las manos del cliente.

 

Es muy importante gestionar de manera eficiente estas etapas ya que cada una de ellas es determinante para el éxito o fracaso de una empresa.

En la economía global, Supply Chain ocupa un rol crucial ya que se encarga de mantener el mundo en movimiento. No obstante, es muy vulnerable frente a interrupciones ya que, en caso de producirse alguna, podría ocasionar el desabastecimiento o la escasez de algún producto.

Algunos eventos contemporáneos que ocasionaron interrupciones en la cadena de suministro fueron el bloqueo del Canal de Suez, el Brexit y el COVID-19, entre otras. Si bien parecen ser hechos difíciles de predecir y controlar, se pueden llevar a cabo determinadas acciones para minimizar el impacto negativo tanto en el funcionamiento de la cadena como en la reputación de la empresa.

Para esto es necesario mantener una planificación ideal de extremo a extremo de Supply Chain garantizando que las herramientas y los profesionales de dicha área se encuentren siempre disponibles. Sin embargo, algunos estudios revelaron que hoy en día para el 69% de las empresas no es necesario mantener esta planificación integral y, además, el 63% de ellas ni siquiera tiene sistemas informáticos para monitorear el funcionamiento de la cadena.

En resumen, gran porcentaje de las empresas del mercado no cuentan con una infraestructura tecnológica eficiente capaz de afrontar una interrupción en la cadena de suministro y tampoco consideran que sea necesario tenerla, pero necesitan mejorar sus procesos para seguir operando en este mercado que es cada vez más competitivo.

Dado este panorama es importante preguntarse si la posición en la que tu empresa se encuentra hoy te acercará al lugar donde querés estar mañana. Si el proyecto de los inversionistas/dueños de la empresa es que crezca, claramente la respuesta es no. De lo contrario, si desean ser una empresa conservadora que vaya perdiendo participación en el mercado hasta desaparecer, ¡van por buen camino!

En el caso de las compañías que no cuentan con tecnologías de ubicación para monitorear la cadena de suministro pero que desean mejorar sus procesos, es necesario tomar acción de inmediato para volverse más robustas y competitivas.

La moderna tecnología de Supply Chain as a Service es una excelente solución ya que ofrece múltiples ventajas: permite realizar el seguimiento de la cadena de abastecimiento, da la posibilidad de ver donde se encuentran los productos en cada momento hasta llegar al destino final y a lo largo del recorrido muestra el tiempo estimado que tardará el producto en llegar a las manos del cliente. Esto último es sumamente importante porque permite dar respuesta a una de las consultas más recurrentes de los clientes, ya que a ellos no les interesa saber dónde está el producto sino cuando lo recibirán.

Las empresas que han implementado esta tecnología han notado hasta un 40 % de mejora en la predicción del tiempo estimado de arribo del producto, una reducción del 20 % en capacidad ociosa de envíos y una mejora del 30 % en la satisfacción del cliente (basado en Net Promoter Score).

 

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